domingo, septiembre 09, 2007

movimiento continuo

6 comentarios:

Alejandro Martín dijo...

¿Por qué le pusiste "movimiento continuo" a la entrada?
¿Qué es lo que te interesa del código genético?

Espacio Continuo dijo...

mi planteamiento Violencia&Genética, en eso estoy....

Espacio Continuo dijo...

Genética de la violencia

Una perspectiva biológica del crimen, un enfoque que considere las conductas antisociales como comportamiento con evidente base evolucionista y una visión antropológica que considere que la sociedad ha reaccionado contra las conductas que la amenazan y subvierten, favoreciendo las actitudes altruista y castigando las tácticas desintegradoras, necesariamente conducirá a admitir que el crimen tiene primordialmente una base genética.

Adrián Raine(2) resume en los siguientes puntos las consideraciones que enturbian el análisis de la influencia de la genética de la conducta Antisocial.

1. ¿Un gen es responsable de la conducta criminal? Los genes codifican proteínas y enzimas e influencian los procesos fisiológicos cerebrales que podrían predisponer biológicamente para determinar conductas criminales. No es posible concebir un solo gen codificando la proclividad al crimen, como tampoco es imaginable que un solo gen pudiera regir otras conductas humanas complejas. Es probable que exista múltiples genes y esta idea debe presidir aquellas disciplinas biológicas tales como la neurología, la psicobiología o la neuroquímica.
2.
¿La influencia de la herencia entraña que todos los crímenes son genéticamente determinados? La conducta criminal es el producto de los genes y del ambiente. No se habla de efectos sumatorios; lo propio es hablar de efectos multifactoriales, de interacción entre genética y entorno.

Por otro lado, los genetistas de la conducta no tienen una posición radical; ellos no excluyen la importancia del ambiente, aunque obviamente privilegian las bases biológicas de la violencia.

3. ¿La investigación genética puede explicar por qué algunos individuos específicos comenten crímenes? Una heredabilidad de los 50% para el crimen no puede extrapolarse para inferir la conducta antisocial de un individuo en particular.
4. ¿Si el crimen es genéticamente determinado entonces es irremediable? Obviamente no hay un destino ineluctable. Admitimos que se trata de una predisposición constitucional influenciable por los parámetros sociales.
5.

¿Son los estudios genéticos más orientados hacia la herencia que hacia el entorno? En rigor los estudios en gemelos y en adopción, si bien están presididos por la genética informan al mismo tiempo, que esta no explica todo. La heredabilidad de la conducta criminal en los gemelos monozigotos es de un 50%. Habría que aceptar que el otro 50% corresponde a influencias sociales.
6.

¿Los factores genéticos que subyacen en el crimen no pueden invocarse en un proceso legal?

No puede heredarse algo que es un constructo social y legal y cuya definición esta abierta a debate; sin embargo, esto valdría para muchas enfermedades mentales. Además la importancia de los factores genéticos se ven refrendada por la similitud de los resultados de las investigaciones en diferentes países. Estos estudios revelan que los factores predisponentes son los mismos.

Como hemos expresado anteriormente los criterios de personalidad ANTISOCIAL del DSM IV(3) y otros listados de características de Personalidad Psicopática Antisocial, con pretensiones psicométricas, nos ayudan en esta diferenciación.

7. ¿Las bases genéticas excluirán a los cientistas sociales? Obviamente nunca sucederá esto. Hay razones incontrovertibles para sostener que los factores socioculturales son claves en el desarrollo del crimen y todo señala que la genética actuará en un vacío si no considerara el medio ambiente.
8. ¿La investigación genética es intrínsicamente perversa porque es usada para justificar cruzamientos selectivos y programas de esterilización? Este temor es infundado a pesar que históricamente se ha instrumentalizado para llevar a cabo programas Eugenéticos que han conducido a atroces políticas de exterminio, por considerar que ciertas razas son inferiores(12-13). Las proposiciones eugenéticas no son sustentadas por las investigaciones genéticas.

Espacio Continuo dijo...

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92272005000300003&script=sci_arttext

Espacio Continuo dijo...

Biología molecular y violencia

Este epígrafe parafrasea parcialmente la Editorial del American Journal Psychiatry de Abril del 2003 que se titula "De la Molécula a la Mente: Genética, Genómica y Psiquiatría". Los genetistas no aspiran a encontrar el gen de la agresividad. Esta última palabra connota muy diversos tipos de conducta. Se puede hablar de ella en términos positivos o condenarla, porque entraña comportamientos dañinos para sus semejantes. Difícil podríamos estudiar la genética de un fenotipo tan mal definido. Las cosas no se simplifican si la definimos en términos operacionales. Conducta violenta sería aquel comportamiento que implica una conducta clara intencionalmente agresiva que produce daño físico a otra persona. La violencia es heterogénea en sus orígenes y manifestaciones. Sin embargo, a grandes rasgos los actos violentos son premeditos o son impulsivos, son depredadores o son patológicos en el sentido de expresar una enfermedad mental. Se llega a ser antisocial por genética o por ecología(24).

Los genetistas repetimos, no pretenden encontrar el gen de la agresión puesto que postulan la acción de múltiples genes y tienen presente que en su determinación se interponen múltiples factores epigenéticos como ontogenéticos(25-26).

No obstante algo se ha avanzado en el descubrimiento de genes asociados a trastornos enzimáticos que modifican el equilibrio de los neurotransmisores.

En 1983 Brunner(27) y colaboradores publicaron el Science, el estudio de una familia Holandesa, en que varios miembros masculinos eran afectados por un Síndrome de Retardo Mental limite y conducta violenta. Los tipos de comportamiento correspondían a estallidos de agresión, incendio intencional, intento de violación y exhibicionismo. Hay que subrayar que eran 8 individuos que habían vividos en diferentes épocas y en diferentes lugares del país. El análisis de la orina demostró marcada alteración del metabolismo de los monoaminas. El síndrome se asociaba a una deficiencia selectiva de la actividad enzimática de la Monoamino Oxidasa A (MAOA). En cada uno de los 5 hombres afectados se comprobó una mutación puntiforme en el octavo exon del gen estructural de la MAOA, el cual cambia el codon de la Glutamina CAG, en una determinación TAG.

Olivier Cases y col(28-29) del Centre Universitaire Orsay estudiaban en lauchas el efecto del gen Interferón Beta en el desarrollo del virus del SIDA. Si inoculaba el gen en huevos fertilizados de una Cepa CH3H obtenida por cruzamiento. Esta cepa cuyos miembros tienen la misma copia genética se caracteriza por su mansedumbre.

El gen viral se había introducido en la región cromosómica conteniendo el gen MAO. Esta laucha transgénica mostró una conducta agresiva. La determinación de la serotonina en el cerebro de las lauchas transgénicas reveló que tenían 7 veces más Serotonina que las lauchas control de la misma edad. Como quiera que el gen de la MAO esta en el cromosoma X de los machos, las hembras no evidencian conducta agresiva. Sin embargo, los autores obtuvieron hembras con ambas copias del defecto genético, las cuales si bien, desplegaban una conducta diferente a sus congeneres controles, no se herían unas a otras.

Por otro lado, las lauchas transgénicas exhibían cambios estructurales en su cerebro. El área Somato Sensorial perdía su estructura bien delineada de columnas corticales. El tratamiento con drogas que inhiben las Serotonina, administrada después del nacimiento, restauraban la estructura normal de la región Somato Sensorial(30).

Los autores terminan advirtiendo que en el hombre el desarrollo del cerebro continua largo tiempo después del nacimiento y que las condiciones ambientales moldean un cerebro que mantiene su capacidad de plasticidad durante toda su vida. Las experiencias de la vida son importantes para moldear la mente, pero se necesitan herramientas y una de ella es la MAOA(31).

Nelson y col(32) del Massachussets General Hospital junto con investigadores del Johns Hopkins University en una publicación de Nature de Noviembre de 1995, expresan que el Oxido Nítrico además de sus funciones en el endotelio de los vasos sanguíneos y en los macrófagos, se encuentra como un neurotransmisor de alta densidad en las áreas que controlan la emoción. Estos autores para estudiar el oxido nítrico crearon mutantes con una destrucción de la Sintetasa del Oxido Nítrico Neuronal.

Las lauchas mutantes, carentes de Sintetasa de Oxido Nítrico, demostraron un alto nivel de agresividad. La agresividad no se observó nunca en las hembras. La conducta sexual se volvió mucho más activa que las lauchas controles (la ventaja de usar animales "Knockout" que así se llaman aquellos en que se ha inducido la deleción o la eliminación de un gen es que no se producen los efectos colaterales que suelen producir las drogas). Un hecho importante que comprueba el hallazgo anterior, es la observación que una inhibición especifica farmacológica de la Sintetasa del Oxido Nítrico Neuronal, también aumenta la agresividad en las lauchas.

Espacio Continuo dijo...

http://www.medicosecuador.com/revecuatneurol/vol11_n3_2002/violencia.htm