"Hay un antes y un después y el cambio del uno al otro, siempre que es posible percibirlo, es súbito. Es un corte que desgarra y destruye. El tiempo es el culpable, pero si nos atenemos a sus reglas, a su continuidad imparable, somos incapaces de presenciar la magia de la transmutación, de dar fe del prodigio. Uno creería que la memoria sola puede, que uno es capaz de recordar el pasado tal y como era y diferenciar la cara de Liliana de ese entonces, cuando tenía dos años, de la de ahora, pero luego nota que la cabeza sólo guarda la información para reconocerla sin dar cuenta real de los cambios sufridos. Claro, es más pequeña, tiene el pelo distinto, pero es exactamente la misma que la que recuerdo el domingo pasado, cuando vino a almorzar, y así será siempre allá adentro. La memoria no ayuda, la memoria guarda los rostros despojándolos de una edad, arrancándolos del tiempo. Los científicos han intentado implementar ese proceso dentro de computadores con algún éxito."
Comienzo de la reflexión de Javier Moreno en su blog sobre el cambio.
jueves, marzo 23, 2006
Sobre el cambio
Publicadas por Alejandro Martín a la/s 7:34 a. m.
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